Adolescencia e instituto
Este chaval era experto en Magic. Le sabló miles de cartas a todos los friquis del instituto.
Mi adolescencia tuvo lugar a mediados de los años noventa, cuando el grunge extendía sus redes y la gente flipaba con el Unplugged In New York de Nirvana. Primero de BUP era todavía una continuación de octavo, y la ingenuidad infantil lo hacía todo divertido y despreocupado. Sin embargo, en segundo empezaron los cambios, que venían marcados por un auténtico simulacro de la vida real. Tácitamente se formaron dos grupos, a cuya influencia, salvo rarísimas ocasiones, era muy difíl escapar: los enrollados y los friquis. El primer grupo estaba formado por dos clases de estudiantes: los auténticos gañanes en los estudios cuya única habilidad eran los deportes, y los que iban de hippies, fumaban porros y se suponía que no aprobaban porque eran unos vagos. Todos ellos estaban muy bien considerados por los profesores y eran los auténticos protagonistas del instituto, los más conocidos.
Preparados para hablar contigo de manga a la hora del recreo.
El segundo grupo, el de los friquis, era completamente distinto: en él se agrupaban todos los feos, los mal vestidos, los que no cuidaban de su higiene o sacaban muy buenas notas y demostraban preocuparse por tener un mundo interior. Se llegaba a este grupo por una especie de selección natural, y nadie se sentía orgulloso de ser parte de él. Por el contrario, todos ellos envidiaban a los enrollados y hubieran dado cualquier cosa por cambiar de estatus. Pocas veces salían al patio a la hora del recreo. Conscientes de su monstruosidad, y de su irrelevante papel en la vida del instituto, preferían quedarse en clase jugando a rol o hablando de videojuegos o del incipiente manga.
Dos de las chicas guays de la época. Aunque mirándolo bien, la de la izquierda parece un tío con peluca.
Yo pertenecí a este grupo. Por un lado, me sentía muchas veces un apestado y tenía ganas de abandonar ese pozo oscuro, ser guay y ligar con chicas. Pero por otra parte, no tragaba a los enrollados. Me parecían unos patanes absolutos y hubiese apretado cualquier botón para aniquilarlos. De todas maneras, tenía la misma sensación cuando me relacionaba con el grupo que me había tocado. Eran muy buenas personas, pero no soportaba sus intensas charlas sobre cómic japonés o sus aburridísimas partidas de las cartas de Magic. Jamás me gustaron estas historias, símplemente intenté adaptarme a lo menos malo. Además, las chicas guapas estaban en el otro lado. Las chicas del grupo de los friquis eran generalmente horribles, pero vamos, lo mismo que nosotros. La falta de habilidades sociales desarrolladas, la carencia de algún tipo de atractivo físico o una torpeza absoluta en la hora de gimnasia hacía que realmente hubiera que mirar al interior de las personas y valorarlas por cómo eran. En realidad, era algo más sincero que lo que ocurría con los guays.
El pesado de la informática, proyecto de Bill Gates.
Si de algo me alegro es que con la mayoría de estos enrollados ocurrió dos cosas: o jamás superaron el bachillerato (su mundo ideal, donde eran los reyes y de donde no querían salir), o se dieron el batacazo en la universidad, en la que, rodeados de mucha más gente con mayor grado de madurez, se vieron reducidos a lo que realmente eran: unos ridículos incapaces de aprobar las asignaturas de primer año, soñando cada noche con regresar al instituto, donde vivieron sus años dorados.
14 comentarios
guay -
arkadian69 -
isa -
M. Glasshead -
Verás, yo te hablo de BUP. En mi época no era obligatorio estudiar hasta los 16 años, sino que al acabar octavo la gente podía dejar los estudios, de tal manera que los grupos que tú dices, como los cabezas rapadas, los garrulos, etc. iban de cabeza a los talleres de coches o sitios similares, o si decidían estudiar, se iban a FP, que no tenía nada que ver con BUP (a FP iban los que no querían estudiar, sino trabajar). Ahora, por el contrario, estáis todos juntos y revueltos hasta los 16, y por tanto es más difícil que ocurra esto, aunque sigo pensando que seguro que hay gente guay y gente friqui, y que todo vuelve a ser lo mismo en bachillerato, cuando los heavys, los rapaos y gentuza similar han desaparecido.
isa -
M. Glasshead -
franses -
franses -
franses -
franses -
unLitro -
M. Glasshead -
bofifa -
son -