Gran Hermano 7
Gran Hermano había ido decayendo con el paso de los años. Superada la novedad de la primera edición, los concursantes iban con la lección aprendida y empezaron a dividirse en dos grupos: los que sabían que tenían madera televisiva y hacían, desde el principio, todo lo posible por ser polémicos y ganarse así un rápido puesto (Aida Nizar es el ejemplo más relevante), hasta los que, conscientes de sus limitaciones, optaban por el premio mediante una fórmula sencilla que consistía en ser lo más soso y apático posible: apartarse de cualquier pelea, dar imagen de buena persona y no hacerse notar demasiado (con lo que se llegó a aberraciones como el insufrible gallego Javito).
Javito "el Intelecto". La m con la a... maaaaa...
Desde la primera edición, los ganadores siguieron fielmente estos moldes: Ismael, Sabrina, Javito, etc. son ejemplos de ganadores insulsos e inmerecidos, a los que la gente votaba porque, de manera sorprendente, el concepto de "buen concursante" se confundía con el de "más discreto". Pero no tan sorprendentemente. La típica hipocresía televisiva y el gregarismo de los espectadores llevaban directamente a considerar malicioso a todo aquel que hacía cábalas en torno a las nominaciones, a ser un "jugador" y, por lo tanto, un falso. Aquí es donde entra en juego el mito del yo voy siempre de cara y de frente (curiosa construcción, equivalente a "yo siempre miro arriba y hacia la parte superior" o "yo siempre bajo y desciendo"). Quien pronuncie esta frase, y como cualquier otro, hablará mal de los demás a sus espaldas y será bocazas y mentiroso por conveniencia, pero intentará salvarse a ojos de los espectadores con esas palabras comodín. El público valora a las personas "auténticas y sinceras" y no gana quien mejor juega, sino el que mejor convive, el más compañero, el más guay... el que menos se le nota que también juega.
Pepe. La sonrisa espontánea y natural de un revolucionario.
Afortunadamente, toda esta hipocresía del "yo no juego, vivo la experiencia" ha cambiado con esta edición. Antes, los "jugadores" se cortaban y el concurso terminaba siendo una pandilla de gañanes pasando las horas muertas en la piscina y sacándose mocos. Pero cuando Gran Hermano estaba a punto de condenarse a repetirse eternamente hasta que no lo viera nadie, ha aparecido el mejor de los concursantes, Pepe, que ha reconvertido totalmente el concurso hasta transformarlo en algo nuevo. Su sinceridad desde el principio al afirmar que es un jugador (nada que ver con quienes juegan igual pero van de "amigos"), demostrando continuamente que esto no está reñido con el compañerismo ni con los modales, ha suscitado un interesante escenario. El programa ya no es unas colonias de verano para niños aburridos, sino toda una guerra, con sus estrategias y movimientos, un juego apasionante y con espectáculo que merece la pena seguir semana tras semana.
Este Gran Hermano es tope divertido.
Pepe ha topado con el resto de los concursantes que querían seguir viviendo del "compañerismo" y el "buen rollo", pero su inteligente discurso, inédito hasta ahora en cualquier edición del programa, ha sido asimilado por el público. Es un excelente jugador y, a diferencia del resto (salvo Dayron, cuya inteligencia le ha alcanzado para cobijarse junto al mejor árbol), es perfectamente consciente de lo que está ocurriendo, de lo que tiene que hacer para ganar. Su lucha es la historia eterna de la sinceridad contra la hipocresía que, en este caso, no alcanza a comprender las dimensiones del asunto y se contenta con nominarlo semana tras semana, confiados en que su "buenrollismo" terminará victorioso, ciegos en su estrategia conservadora e incómodos ante esa nueva forma de jugar.
12 comentarios
Mr. Glasshead -
el gran chimp -
Aura -
Se te echa de menos.
Un saludo.
Gailoy -
Yo tampoco soy precisamente un asiduo de los GH, pero de lo poco que he visto parece que ese tal Pepe sorprende, contra todo pronóstico, apostando por el diálogo. Algo de lo que ese programa de cromañón no puede presumir demasiado ya que es costumbre en esa casa pasarse el santo día de bronca en bronca llegando al insulto con una facilidad pasmosa.
Mr. Glasshead -
Darth Pomada: es una lástima que se lo haya perdido, creo que sin duda es la mejor de todas las ediciones. Yo empecé a verlo por aburrimiento y enseguida caí rendido. A priori pensaba que iba a ser uno de esos Gran Hermanos del que apenas tendría noticias mientras comiese en el comedor.
Mr. Glasshead -
Aura: yo no podría mezclarme con la gentuza a la que suelen poner (p. ej., la ya mítica legionaria o esa enana chillona de este año). Sería demasiado para mis nervios. Las fotos que usan de lo concursantes, en efecto, no pueden ser más... especiales.
Engelson: lo peor del programa es sin duda Mercedes "deja de fumar" Milá. El otro día alguien llamó "enana de mierda" a una concursante no caracterizada, precisamente, por su estatura. El comentario de Milá fue de antología: "No me gusta ese insulto, lo odio. Me caen muy bien los enanos y me ofende cada vez que alguien emplea esos términos."
prrrrttt -
Darth Pomada -
El Yoyas también es mi favorito (de los que he visto). Puso el listón muy alto.
el gran chimp -
Mi gran hermano favorito siempre será Charli, el Yoyas.
engelson -
Aura -
Me encantan las fotos que escogen para el programa. Son siempre "lo peor".
Saludos.
Coronel Kilgore -
El pepe ese ni idea, pero lo poco que le vi me parecio un poco bastante pedante.
De todas formas este no es mi terreno, asi que no me haga mucho caso.
Eso si, he sido el primero, tonto el último...