El mineralismo va a llegar
Puede parecer un tema ya trillado, repetido hasta la saciedad en programas de zapping, conocido por todo el mundo y bastante fuera de onda, pero esto es todo pura apariencia, en realidad el caso del que voy a hablar mantiene su frescura, perenne podríamos decir. Es imposible que topemos casualmente con el vídeo y que no lo volvamos a ver, aunque sea ya la millonésima vez que lo hagamos. Y es que el prestigioso dramaturgo y novelista Fernando Arrabal hizo lo que todo el mundo debería querer hacer en un momento de su vida: acudir a un programa sesudo con varias copas de más y transformarlo en algo importante e incluso legendario, digno de ser recordado quince años después.
Este corte de pelo también es digno de ser recordado quince años después.
Esto fue lo que sucedió el 6 de octubre de 1989 en el programa El mundo por montera, dirigido por el sicario Fernando Sánchez Dragó. El tema de debate de aquel día era el milenarismo, es decir, la corriente cultural que aparece en las sociedades occidentales cada fin de milenio. Sin la aparición estelar e imprevisible de Fernando Arrabal, aquel programa no hubiera pasado de un debate aburridísimo del que nadie hubiera vuelto a hablar jamás. Pero el célebre dramaturgo quiso hacer suyo aquel momento, y lo logró. Consiguió que Sánchez Dragó no supiera cómo actuar y que estuviese desbordado todo el rato, hasta que por fin, media hora después, el díscolo invitado aceptó salir del programa, no sin antes besar la barba de uno de los contertulios. Aquí está el imprescindible, trascendental documento:
La chaqueta amarilla que lleva Arrabal en su intervención ya forma parte del mito. Por lo demás, aunque no puede extraerse nada coherente de su discurso (que no sea su insistente déjame haplar, no me dejan haplar), lo que él dice es enseguida lo más importante y llamativo, lo más digno de recuerdo, sin duda se come a los demás invitados. También hay que destacar su peculiar lucha contra los mediocres partidarios de la seriedad, que le obligan a callar constantemente, sin darse cuenta de que están participando en un importante suceso histórico: el origen del chiquitismo.
El dramaturgo alcanza la cúspide cuando tras sus espectaculares gafas, acurrucado en la silla y después de ordenar callar a todo el mundo porque Dios está a punto de hablar por su boca, dice lo siguiente:
El mineralismo va a cheegaaaar.
No importa sólo lo que dice, sino cómo lo dice. Y es que parece que Chiquito de la Calzada hubiera visionado este vídeo miles de veces antes de perfeccionar su estilo cómico, o bien que desde el futuro, en su afán evangelizador, se hubiera encarnado en el cuerpo de Arrabal como anunciante de la buena nueva. Como vemos, hay veces en que la historia abandona sus parámetros racionales y se entrega a hechos esotéricos apropiados para la controversia científica.
9 comentarios
dd -
Anónimo -
Tiren de enciclopedia y entenderán por dónde iba Arrabal esa noche.
Mr. Glasshead -
Lucinda -
Y en youtube, por supuesto, lo tienes también. El vídeo, digo. Impresionante.
Rutenman -
Mr. Glasshead -
Rutenman: no conocía el vídeo del Toxeiro éste, lo acabo de ver. ¿De verdad que dieron esto por la tele?
Lucinda: lo de Arrabal sí que es transgresión y cultura punk! De la auténtica. Sánchez Dragó volvió a entrevistarlo en "Negro sobre Blanco", lo vi con esperanzas de que volviera a ir borracho, pero ya no era lo mismo y carecía prácticamente de interés.
Lucinda -
La primera vez que lo ví no me lo podía creer. No conocía al Arrabal ése de nada, luego fui informándome... y la verdad, no tiene precio. Como bien dices, un momento mítico de la televisión. Histórico.
Me encanta cuando en una parte le cuesta muchísimo concentrarse en lo que dice y como que expulsa aire por la boca. Impresionante documento.
Saludos.
Rutenman -
GRANDE.
Monik -
A mi me gusta, por el comportamiento borracho y humorístico de este, en medio de una tertulia bastante seria. La verdad es que la seriedad 100% no me acaba de gustar, lo veo demasiado aburrido. Por eso, aunque sea unos años de retraso, me gustaría aplaudirle por habernos hecho reír un rato. Y lo de Chiquito, realmente no sé donde ha sacado su estilo, según el, de japón, pero no me acaba de gustar...
Saludos, mr.glasshead!