Tebeos de terror
La EC (primero Educational Comics, para luego cambiar por Entertaining Comics) fue pionera en la publicación de "tebeos para adultos" a principios de los años 50. Sus revistas de terror agrupaban en cada número cuatro historias, todas ellas con el mismo esquema: un personaje fijo y con un tono sarcástico presenta la historia y la narra. Las historias son autoconclusivas, no repiten nunca personajes y tienden al final sorpresivo. Este esquema disfrutó de un enorme éxito más o menos hasta mediados de los años cincuenta, cuando surgió en Estados Unidos una polémica por el contenido escabroso de estas historias (un psicólogo, Fredric Wertham, se hizo tristemente célebre por la publicación de su libro "La seducción de los inocentes", en el que de una manera sesgada y populista llegaba a la conclusión de que los tebeos de terror podían tener un efecto perverso sobre los niños). Asociaciones de padres, entidades gubernamentales y estudiosos de pacotilla se lanzaron al bulto contra EC Comics, ante la pasividad de un público que hasta entonces se había entregado a sus publicaciones, y que no hizo nada por defenderlas. Al final el asunto fue resuelto desde la propia industria del tebeo, que pese a la contraposición de EC, decidió crear un código, el "Comics code", y por lo tanto autocenturarse a sí misma. El código proponía cosas tan disparatadas como que el bien venciese siempre sobre el mal, y se prohibía la palabra "horror" o "terror" en los títulos o la aparición de zombies u hombres lobo. Los tebeos que no llevaban el sello del Comics Code, aunque no eran ilegales, fueron rechazados por las distribuidoras y los puntos de venta, que no querían verse envueltos en la polémica. EC se vio obligada a cerrar la mayoría de sus colecciones y, de esta manera, quedó borrada de un plumazo toda una corriente de creatividad y arte que, sin embargo, no dejó de influir a lo largo de los años.
En cuanto a los efectos negativos de los tebeos para adultos sobre los niños, me gustaría hablar de lo que me ocurrió a mí. De niño pude acceder a una gran cantidad de tebeos para adultos que compraba mi padre: devoraba sin cesar Creepys, 1984, Cimocs, Cairos y otras revistas por el estilo. Lejos de convertirme en delincuente, estos tebeos, además de insuflarme un amor por los cómics que aún se mantiene vivo, me proporcionaron una especie de mundo paralelo que enriqueció mi infancia y que, por entonces, me hizo feliz. Mi imaginación se desbordaba ante esas historias de aparecidos, vampiros y asesinatos macabros.
Por eso leer estos tebeos me ha emocionado, ya que han hecho que me acerque a una historia de terror con una ingenuidad similar a la de aquellos días. No hay que perderse tampoco las otras colecciones de Planeta dedicadas al resto de las temáticas de la EC: historias bélicas, ciencia ficción y suspense. Es lamentable que la estupidez moral acabara con estos tebeos, pero resulta aún más triste ver que hoy día este tipo de actitudes se reproducen ante cualquier muestra de talento, imaginación o criterio creativo.
6 comentarios
Mr. Glasshead -
Estifenjouquins -
En fin, que me ha alegrado la mañana ver que alguien trata con tanto cariño unos cómics que parece que nadie valora demasiado. No sé si será el formato, el que sean tan baratos o que resulten desconocidos, no sé.
Civ -
Mr. Glasshead -
Civ, en efecto, yo soy fanático de algunos de los dibujantes que salen allí. Me gustan especialmente el estilo tan personal de Harvey Kurtzman, y el trazo ágil, limpio y casi relamido de Johnny Craig y de Al Feldstein (este tipo de estilo, de hecho, me recuerda mucho al de Charles Burns). Yo tengo entera por leerme la colección de clásicos bélicos, pero mi intención es completar todas.
Lo que he leído es que la colección nueva de EC que va a sacar planeta es la que pertenece a la línea que salió después del Comics Code, la "New Direction", y que sí se ajustaba al código de marras.
Civ -
Por cierto, que Planeta ha dicho que para finales de este año va a publicar una nueva colección de EC.
engelson -